J.A Bayona, cineasta español, junto a un gran equipo de latinoamericanos; lograron cumplir la tarea de contar de forma emotiva y respetuosa el relato de ese accidente en Los Andes, del año 1972. La Sociedad de la Nieve es una película sólida en su propósito y propuesta cinematográfica.
Curiosamente, esta película está basada en el libro homónimo de Pablo Vierci; pero este a su vez se basa en el documental homónimo de Gonzalo Arijón. En ese libro se detalla el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya; que llevaba a jóvenes a un juego de rugby en Chile.
Como filme, hay que decir que es bien directo a lo que más interesa de una historia tan épica como esta, en el sentido que no hay que buscar desarrollo de personajes. Al contrario, es humanizarlos al punto de no tener que resaltar rasgos con necesidad de extenderse en su arco narrativo; sino que el arco en sí es la supervivencia. En ese apartado, muy bien por La Sociedad de la Nieve.
Además, a nivel de producción se nota que hubo buen presupuesto para los efectos especiales, así como los prácticos; cuya combinación estética funciona perfectamente para llevarnos a esa situación de agonía.
Lo más duro de la supervivencia
Y aunque es cierto que no hay personajes con arcos amplios, uno que sin duda se convierte en protagonista es Numa; casi como un líder dentro del grupo. Además, es quien más va a representar ese reparo moral que significa comer humanos.
Así es, en La Sociedad de la Nieve vamos a ver el periplo inmenso que significó la decisión de tener que comer… personas.
Las penurias y la desesperación hace que todos seamos capaces de hacer cualquier cosa por sobrevivir; y el reflejo en las actuaciones y la atmósfera que nos transmite este filme, lo hacen creíble.
Con poco más de dos horas de duración, y un infierno congelado que asfixia a estas víctimas; La Sociedad de la Nieve logra capturar muy bien los aciertos y desavenencias en medio de un grupo atormentado por el fantasma de la muerte.
Aventura y esperanza en La Sociedad de la Nieve
Debo decir que en lo particular La Sociedad de la Nieve me pareció de esas películas interesantes para recordar hechos históricos. Como filme no es algo que me volara la cabeza tampoco, pero lo bueno es que no siento fuese su pretensión.
El apuro por huir de una tormenta, quedar sepultados, caminar kilómetros y no encontrar nada; o aventurarse a un viaje de vida o muerte por salvar a los demás, son temas bien llevados y planteados, cosa que no todo cineasta puede lograr.
La Sociedad de la Nieve es de esas películas que se convierten en una experiencia, en una charla, en una trivia casi para posteriores encuentros entre familia y amigos. Por algo, es un producto lanzado mayormente en Netflix; porque de hecho, se siente que es ahí donde mejor cabe.