Nunca he visto 50 Sombras de Grey ni pienso hacerlo mientras siga vivo. Y yo sé que no está bien ser tan cerrado, menos para un crítico de cine que dedica horas de su vida a esto; pero es que hay temas que de lejos uno puede conocer qué tan malo son. Eso es 50 Sombras de Grey.

Pero, como es bueno tener alguien que tenga otro tipo de visión; tuve de invitada a Jonielka López, periodista, quien sí le gustó mucho esta saga. El motivo de su gusto es por el tema sexual y erótico; pero no tanto desde un punto de vista de lógica cinematográfica. Y no hay nada malo en eso, por supuesto.

Ella está bien clara que estas películas las miró en un tiempo de su vida donde le despertó mucho interés toda la trama erótica; y claro, para una adolescente es algo que te va a dejar los pelos de punta. Es ahí donde radica el mayor problema, para ser un filme “adulto” en realidad está como pensado para mentes más jóvenes, o incluso a veces hasta torpes.

A la vez, no deja de ser interesante que ella, siendo mujer, tenga la seguridad para decir abiertamente que sí gusta de los temas que aborda 50 Sombras de Grey. Aunque cada vez es menos, pero todavía en la sociedad latina se ve raro a mujeres hablar abiertamente de sexualidad.

50 Sombras de Grey, intento de erotismo fuerte enmascarado en inocencia

Además, 50 Sombras de Grey no se salva de precisamente navegar en temas grises. ¿Es violencia lo que ejerce este hombre poderoso sobre la inocente Anastasia? ¿Se debe normalizar una relación con ese tipo de abuso? Probablemente, en esta época del “wokismo”, estas películas no saldrían bien libradas.

Sea como fuese, no se debe apartar el hecho de que son una saga de películas terriblemente básicas, con agujeros de guion continuos; personajes unidimensionales y que la justificación de su existencia son las escenas en la cama. Es un producto comercial, con nulo fundamento artístico.

Pero, para los gustos los colores; así que en esta plática podes ver qué tanto puede provocar 50 Sombras de Grey a una fanática.